
Al finalizar el montaje se develaron dos placas conmemorativas, los padrinos no podían ser más especiales: Bianca Marroquín, quien es una de las mexicanas más famosas en Nueva York; Alan Estrada, quien protagonizó la entrañable pieza Hoy no me puedo levantar; Michelle Rodríguez, Madame Thénardier en Les Misérables, y Roberto Blandón, protagonista de La Bella y la Bestia.
El ambiente en el Telcel era el mejor, tanto así que los actores de Aladdin, los padrinos y las cabezas de OCESA Teatro; Morris Gilbert, Julieta González y Federico González Compeán se animaron a invitar a todo el público para tener una velada de karaoke masivo, la canción elegida para entonar fue Amigo hasta el fin.
Previo a la función platicamos con las tres personas más tercas del teatro nacional, como las definió otra apasionada de este arte, Susana Moscatel. Morris aceptó que la locura la inició Federico: Nos subió a todos al barco en aquel entonces, la verdad no creíamos porque era muy difícil que se pudiera lograr. Hoy estamos aquí, 25 años después y seguimos sin creerlo.
La travesía comenzó con La Bella y la Bestia en el Teatro Orfeón, el 8 de mayo de 1997: Fue cuando OCESA tuvo la iniciativa de entrar, ya hacíamos conciertos, en un nuevo territorio, la aventura teatral y hoy 25 años después, con más de 25 obras de gran formato, les quitamos el pasaporte y la barrera del idioma para que los mexicanos las disfrutáramos.