
La reina sigue teniendo problemas episódicos de movilidad y, tras consultar con sus médicos, ha decidido a regañadientes no asistir al discurso del trono, explicó la casa real británica en un comunicado.
La salud de la monarca, de 96 años, es motivo de preocupación desde que los médicos le ordenaron guardar reposo en octubre y estuvo una noche hospitalizada para someterse a unas pruebas cuya naturaleza nunca se especificó.
Desde entonces ha cancelado su participación en eventos destacados y se la ha visto con bastón y dificultades para desplazarse en sus escasas apariciones públicas.
Durante sus 70 años de reinado, la soberana solo ha faltado a esta cita casi anual en dos ocasiones: en 1959 y 1963 cuando estaba embarazada de los príncipes Andrés y Eduardo respectivamente.