Al abrir las puertas, se encontró a los migrantes en condición de hacinamiento, de los cuales, 294 son originarios de Guatemala, 38 de Nicaragua, 15 de El Salvador, ocho de Honduras y cuatro de Ecuador.
El INM refrendó su compromiso por una migración segura, ordenada y regular, con pleno respeto y salvaguarda a los derechos de las personas en contexto de movilidad, sin menos cabo de su nacionalidad, condición social, económica o política.